Foto: de fuentes públicas
Muchas amas de casa cometen el error de elegir agua caliente o fría para limpiar el suelo
Parece que no hay nada más sencillo que limpiar el suelo. Sin embargo, incluso aquí hay matices que pueden costarle el suelo. Mucha gente sigue discutiendo sobre qué agua es mejor: agua hirviendo para desinfectar o agua helada «para refrescar». Las asistentas y limpiadoras con experiencia han dado una respuesta clara: si eliges la temperatura equivocada, te arriesgas a que el suelo quede pegajoso y con rayas. Sobre ello escribimos «Buenas noticias».
El deseo de dejarlo todo reluciente empuja a menudo a los propietarios a utilizar agua muy caliente. Sin embargo, los expertos advierten de que esto puede resultar agresivo para muchos tipos de revestimientos.
El linóleo es el que más sufre. El agua caliente no sólo puede deformarlo, sino que, debido a su reacción activa con los detergentes, deja tras de sí una desagradable capa pegajosa de la que es casi imposible deshacerse.
Por otro lado, el agua fría del grifo es un mal ayudante en la lucha contra la suciedad real. Simplemente no puede con la suciedad difícil, sobre todo en la cocina. Las manchas de grasa y los restos de comida en la encimera permanecerán en su sitio, por mucho que frotes.
¿Dónde está la verdad?
Los limpiadores experimentados aconsejan utilizar agua excepcionalmente caliente. La temperatura ideal es de 40, máximo 50 grados centígrados.
Es suficiente para activar los detergentes, disolver la grasa y eliminar eficazmente toda la suciedad. Al mismo tiempo, esta temperatura es segura para los revestimientos y, lo que es más importante, no deja rayas.
Arma secreta para la desinfección
Si necesita no sólo quitar el polvo, sino también desinfectar el suelo, no se apresure a echar cloro. Especialmente si hay niños pequeños o mascotas en la casa.
Para combatir eficazmente las bacterias y la suciedad, el vinagre de mesa común es estupendo. No desprende un olor químico tan persistente, pero desinfecta perfectamente las superficies. Los especialistas también aconsejan que, aunque el detergente diga «no necesita aclarado», siempre es mejor aclarar el suelo adicionalmente con agua tibia limpia.
