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Qué hacer con las manzanas o peras podridas, si se pueden añadir al compost
El problema de la abundancia de fruta caída y podrida, especialmente manzanas y peras, es una preocupación anual para los jardineros, sobre todo cuando la cosecha parece abundante.
Pero muchos jardineros conocen el problema cuando la fruta cae de los árboles y se pudre, dañada por los escorbutos. Una de las enfermedades más comunes es la famosa moniliosis. Incluso una pequeña lesión en la corteza de la fruta suele indicar daños profundos por el hongo moniliosis. Se trata de una enfermedad común y peligrosa causada por hongos patógenos que se activan ya en primavera, durante la floración, pero que se manifiestan en otoño en forma de manchas marrones y blandas de podredumbre en la fruta.
Estas frutas enfermas no son aptas para el consumo y no deben dejarse bajo los árboles, ya que la podredumbre penetra rápidamente y cualquier daño se convierte en una fuente directa de infección para todo el huerto. Las esporas del hongo de la moniliosis se propagan muy fácilmente por el medio ambiente: son transportadas por el viento, las plagas y los pájaros, lo que provoca la infección de frutales sanos, arbustos y parcelas vecinas.
Qué hacer con las manzanas y peras podridas
El paso más importante y a menudo descuidado es la eliminación adecuada de la fruta podrida. Dejarlas bajo los árboles o en el alcorque es una amenaza directa, ya que los patógenos penetran en el suelo y persisten allí hasta la siguiente temporada. En lugar de llevar las manzanas y peras podridas al vertedero, pueden convertirse en un valioso abono orgánico.
- El primer método es el enterrado en parterres. Las frutas se entierran en parterres de hortalizas a una profundidad considerable, que debe ser de al menos 30 centímetros. Este método se considera seguro, ya que la moniliosis no afecta a los cultivos hortícolas y el hongo no podrá volver a los frutales. Para acelerar la descomposición y garantizar la destrucción de las esporas, se recomienda espolvorear trichoderma, ceniza o cal apagada sobre la fruta, tras lo cual se cubre herméticamente con una capa de tierra. Para evitar la propagación de hongos, es posible espolvorear urea sobre las manzanas antes de enterrarlas.
- El segundo método es el compostaje. La fruta podrida se añade a un montón de compost, donde se alterna con capas de hierba, rastrojo, serrín y tierra. De este modo, se garantiza la aireación necesaria y se acelera el proceso de descomposición.
Para obtener la máxima eficacia y enriquecer el compost final con microorganismos útiles, se recomienda empapar el compost con preparados EM (por ejemplo, Baikal) o solución de trichoderma. Si se organiza adecuadamente, incluso la fruta podrida puede fermentar y convertirse en un abono de alta calidad. El compostaje debe durar varios años para eliminar los microorganismos patógenos.
Estos métodos permiten a los jardineros no sólo conservar sus cosechas, sino también convertir una amenaza potencial como la fruta podrida abandonada en el jardín en un recurso valioso.
Causas de la moniliasis y medidas preventivas
Hay varios factores clave que contribuyen al daño masivo de la fruta por moniliosis. Entre ellos se incluyen la susceptibilidad genética de las variedades individuales, las altas tasas de infección en una región concreta y los daños causados a la integridad de la fruta por plagas y pájaros. Cualquier daño causado por polillas, avispas u otros insectos sirve de «puerta de entrada» ideal para que penetre la infección fúngica.
Para reducir el riesgo de infección, se aconseja a los horticultores que seleccionen variedades resistentes a la podredumbre cuando planten un nuevo huerto.
La medida clave es la eliminación anual y periódica de la fruta afectada. Basta con sacudir las ramas para que caiga la fruta podrida, tras lo cual debe recogerse del suelo para su eliminación. Esta sencilla medida reduce gradualmente la concentración de patógenos en el entorno del huerto.
El control eficaz de las plagas también forma parte de la prevención. Para controlar los insectos portadores de enfermedades se utilizan cinturones trampa, trampas sobre soluciones dulces a base de compota, miel o cerveza, y el uso de biopreparados.
La mosca Drosophila y la mosca común, que transportan esporas de la fruta podrida a la sana, suponen una amenaza especial. Para controlarlas, son eficaces las trampas, así como el tratamiento de los troncos con biopreparados a base de los hongos Boveria y Metarhizium. Estos hongos no sólo matan a los insectos, sino que también suprimen la propia moniliasis, creando una barrera de defensa natural.
Como alternativa a los fungicidas químicos, que requieren una larga espera antes de la cosecha, se pueden utilizar agentes biológicos: bacilos del heno o trichoderma. Estos útiles hongos pueden cultivarse fácilmente en casa y pulverizarse con seguridad sobre la fruta y el suelo, ayudando a suprimir no sólo la moniliasis, sino también la parásita.
