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Científicos estadounidenses lo han demostrado: incluso los abrazos más tiernos pueden ser una forma de manipulación – si un psicópata o un narcisista está detrás de ellos
Tocar no siempre es una manifestación de ternura. Científicos de la Universidad de Binghamton (Nueva York) han descubierto que las personas con rasgos de psicopatía, narcisismo y maquiavelismo pueden utilizar gestos físicos coercitivos -abrazos, tocar un brazo o un hombro- como herramienta de control y manipulación.
El autor del estudio, el profesor de psicología Richard Mattson, explica:
«No todas las formas de contacto son bienintencionadas. Pueden utilizarse en beneficio propio, a expensas de la pareja».
Según los científicos, este «toque manipulador» suele producirse durante los conflictos de pareja: cuando un miembro de la pareja abraza o toca al otro para someterlo, calmarlo o reducir su resistencia.
En el estudio participaron 500 estudiantes que evaluaron sus propias actitudes hacia los tocamientos y rellenaron cuestionarios sobre «rasgos oscuros de la personalidad». Resultó que tanto los hombres como las mujeres con rasgos psicopáticos eran más propensos a utilizar el contacto físico como forma de construir poder en las relaciones.
Los hombres son más propensos a tocar a sus parejas cuando experimentan celos o miedo a la pérdida, mientras que las mujeres son más propensas a tocar a sus parejas para controlarlas o aumentar su influencia.
El estudio, publicado en Current Psychology, es el primero que establece una relación directa entre la «tríada oscura» y los tocamientos forzados en las relaciones románticas.
