Foto: de fuentes abiertas
Los limpiadores químicos del baño pueden ser agresivos
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Aunque las duchas son más cómodas de usar y ahorran más agua, son mucho más difíciles de mantener limpias que las bañeras. En las superficies transparentes se forman rápidamente depósitos de jabón y cal, y el moho puede acumularse en las grietas y alrededor de las juntas. Cómo eliminar rápida y eficazmente las manchas difíciles de la cabina de ducha con remedios caseros, según Kobieta w INTERIA.PL.
Los productos químicos para limpiar las distintas superficies del cuarto de baño pueden ser agresivos y provocar alergias. Esto es peligroso en el caso de las cabinas de ducha, porque suelen limpiarse desde dentro con la puerta cerrada. Por eso, los remedios caseros, que toda ama de casa tiene, pueden ayudar.
Limpieza con vinagre
El vinagre es un excelente remedio natural para desincrustar. Tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas.
Basta con combinar agua caliente y vinagre en una proporción de 1:1 y verterlo en una botella con pulverizador. Para eliminar los malos olores, puedes añadir unas gotas de aceite esencial. A continuación, rocía a fondo toda la cabina de ducha. Pasados unos minutos, limpia la cabina con un paño suave y aclara con abundante agua.
Limpieza con ácido cítrico
El ácido cítrico no sólo disuelve la cal y elimina los depósitos de grasa, sino que también blanquea el plato de ducha.
Añade dos cucharadas de ácido cítrico a 200 ml de agua tibia y mézclalo bien. Pulveriza la mezcla sobre la ventana y el plato de ducha. Pasados unos minutos, pasa un paño suave por la zona y aclara con agua.
Limpieza con bicarbonato sódico y peróxido de hidrógeno
La humedad y la mala ventilación del cuarto de baño contribuyen a la aparición de moho. Las esporas de moho son especialmente comunes en las grietas de las cabinas de ducha. El bicarbonato de sodio ayuda a eliminarlas de la lechada, la silicona y las juntas.
Espolvorea abundante bicarbonato de sodio sobre las zonas afectadas y déjalo actuar durante 15 minutos. Después, limpia la zona con un paño o un cepillo de dientes y rocíala con peróxido de hidrógeno al 3%. Déjalo actuar unos minutos y acláralo con abundante agua.
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