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Las orquídeas florecerán durante mucho tiempo si conoces sus necesidades
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Las orquídeas tienen fama de ser plantas fastidiosas y difíciles de cultivar. Sin embargo, en realidad no son difíciles de cuidar, simplemente son diferentes de otras plantas de interior. Better Homes & Gardens escribe sobre ello.
A muchos amantes de las orquídeas se les han muerto estos jarrones por tratarlas como plantas normales de maceta y no como epífitas (una epífita es una planta que en la naturaleza crece sobre otras plantas, como árboles, utilizándolas como soporte, pero no como parásito), que son las orquídeas.
Si tienes problemas para conseguir que tu orquídea florezca mucho tiempo o repetidamente, ¿quizá estés cometiendo uno de estos 6 errores? Justin Kondrat, horticultor de la Smithsonian Orchid Collection de Suitland, Maryland, nos habla de ellos.
1. Riego excesivo
Es el error más común y una de las formas más rápidas de destruir una planta, dijo Kondrat. «La gente cree que las orquídeas son tropicales y requieren riego constante, pero no es así», aseguró.
En su hábitat natural, las orquídeas suelen ser plantas aéreas que crecen en los árboles, y están adaptadas evolutivamente para absorber la humedad sólo cuando llueve y luego pasar mucho tiempo sin ella, explicó el experto.
En el caso de las plantas en maceta, sin embargo, demasiada agua hará que las raíces se vuelvan marrones y blandas, lo que indica podredumbre radicular. Esas raíces no absorben agua ni nutrientes, lo que provoca la muerte lenta de la orquídea.
Para evitar el riego excesivo, riegue su orquídea aproximadamente una vez a la semana, sólo cuando el sustrato esté completamente seco. Esto puede reconocerse mirando a través de la maceta de plástico transparente para ver las raíces. Cuando son de color verde brillante, hay humedad. Cuando las raíces son de color verde plateado o blanco, es hora de regar la planta.
Otra forma de comprobarlo es sumergir el dedo en el sustrato de la maceta. Si está seco al tacto, su orquídea necesita agua.
2. Olla equivocada
Utilizar un recipiente sin agujeros de drenaje provocará la muerte inevitable de la orquídea.
«Cuando una planta crece en una maceta sin agujeros y la riegas, acaba empantanada. La planta se hunde sola. Es muy importante que las orquídeas estén en macetas con agujeros de drenaje», dice Kondrat.
3. iluminación inadecuada
Muchas personas colocan su orquídea en algún lugar del centro de la habitación, lejos de la ventana, para admirarla. Sin embargo, en este lugar, la orquídea no recibirá las seis horas de luz brillante e indirecta que necesita para florecer.
«Cuando la orquídea florezca, disfrútela durante una semana y luego déjela junto a una ventana iluminada durante una semana. Cuando no florezca, ponla frente a una ventana y deja que se recargue», aconseja Kondrat.
4. Mezcla para macetas incorrecta
La tierra ordinaria para macetas retendrá demasiada agua, por lo que las raíces de las orquídeas no podrán respirar.
«Las orquídeas necesitan circulación de aire alrededor de sus raíces. No quieren estar en una tierra con exceso de agua», asegura el experto.
También desaconsejó plantar una orquídea en musgo esfagno puro, ya que retiene mucha agua. En su lugar, debe usarse un sustrato grueso a base de corteza, que permitirá que el agua drene rápidamente de las raíces de la orquídea.
5. Alimentación inadecuada
Las orquídeas necesitan abono para florecer. Pero si hay mucho abono, tendrá el efecto contrario, ya que las sensibles raíces de la planta se queman con facilidad.
El jardinero recomienda utilizar un abono equilibrado para plantas de interior en una cantidad del 10% del abono recomendado. Alimente la orquídea una vez a la semana en primavera y verano, durante el pico de la temporada de crecimiento.
«Deje de abonar después de octubre, cuando la planta haya dejado de crecer, y vuelva a abonar a principios de primavera», dice Kondrat.
También conviene enjuagar las orquídeas una vez a la semana antes de alimentarlas. Así eliminarás las sales que hayan podido quedar de abonos anteriores. La acumulación de sales puede causar marchitamiento, crecimiento atrofiado y puntas de las hojas marrones. Kondrat aconseja enjuagar la orquídea de la siguiente manera: acérquela al fregadero, abra el grifo y deje correr el agua por la tierra durante 10-15 segundos.
6. Humedad del aire insuficiente
Muchas orquídeas son originarias de selvas tropicales con aire húmedo. Si el ambiente se vuelve demasiado seco, las flores caen prematuramente y las hojas se marchitan o amarillean. La planta necesita entre un 50% y un 80% de humedad, algo difícil de conseguir en interiores, sobre todo en invierno.
Kondrat aconseja no rociar las plantas, sino colocar la maceta sobre una bandeja de guijarros: un recipiente poco profundo con guijarros y agua que apenas cubra los guijarros.
«Cuando el agua se evapora, se crea un microclima agradable alrededor de la planta», dice.
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