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Si identificas lo que te impide avanzar, podrás desarrollar tus propias formas de abordar el problema
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Todo el mundo se enfrenta a diario a pequeñas y grandes dificultades. Podemos evitarlas o intentar resolverlas.
Un sencillo test de personalidad puede ayudarte a identificar qué obstáculos te asustan y te impiden avanzar. Identificar un problema es un gran paso para resolverlo.
Test de tipo de personalidad – respuestas
Observa la imagen e identifica qué montaña te asusta más y te parece insuperable. Utiliza esta prueba para determinar qué te impide crecer emocionalmente.
Figura nº 1.
Te cuesta tomar una decisión. Tu indecisión es tan fuerte que te sientes constantemente en una encrucijada. No estás seguro de tus capacidades, te cuesta adaptarte a condiciones desconocidas y encontrar soluciones.
Tienes miedo de arriesgarte con lo que tienes. Este miedo es especialmente agudo cuando te enfrentas a la adversidad o al cambio. Debes recordar que tus logros pasados no son casualidad. Demuestran que eres capaz de superar retos. Tienes que ser más consciente de tu potencial y aprovechar al máximo la experiencia.
Figura 2
Tu crecimiento se ve obstaculizado por el perfeccionismo. Buscas constantemente la perfección, lo que te paraliza por completo y te impide avanzar. Eres exigente contigo mismo, no toleras los errores y haces constantemente listas de tareas pendientes por miedo a olvidarte de algo.
A veces, esforzarse por alcanzar la perfección puede ser útil, pero sólo si no se convierte en un obstáculo para tu potencial. Muestra más tolerancia y concédete un poco de paz.
No te resistas al cambio y adáptate aprovechando tus extraordinarias capacidades. Aprende a aceptar y disfrutar de las cosas positivas que te ocurren. Sólo así podrás hacer frente a las sorpresas. Recuerda siempre con qué facilidad te levantas después de una caída y resuelves los problemas con brillantez.
Figura nº 3
Te preocupas excesivamente por todo. Esta ansiedad suele provocar sentimientos de impotencia e inseguridad. Temes cometer un error, enfermar, perder el trabajo o que te engañen.
El problema es que este estado es completamente incontrolable, te paraliza y te impide avanzar. La prudencia nunca está de más, pero de nada sirve caer en la frustración todo el tiempo. Nadie puede tenerlo todo bajo control y los imprevistos forman parte de la vida.
Si te obsesionas con tus angustias, no ves las cosas bellas que te rodean. Empieza a vivir, ábrete a nuevas ideas, proyectos y la ansiedad dejará de ser tu enemigo más peligroso.
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